Parecería ser que uno paga cada vez más dinero en electricidad.
Para todos nosotros es imprescindible para realizar nuestras tareas diarias, y
lo cierto es que estamos muy acostumbrados a las comodidades que nos permite.
Comenzaremos haciendo un pequeño repaso por los artefactos y
actividades que más electricidad consumen, para luego centrarnos en distintas
formas de ahorrar electricidad, de la mano de consejos sencillos y que se
convertirán en hábitos con el tiempo.
En primer lugar, debemos analizar cuál es nuestro proveedor de
electricidad. Cada uno tiene sus características particulares, y no hay
mucho que podamos hacer con ellos ya que por lo general hay un solo proveedor
por zona geográfica. Lo que sí podemos hacer, y es clave a la hora del
ahorro, es analizar si nuestro distribuidor
de electricidad ofrece algún tipo de descuento o bonificaciones por
pago a término por ejemplo. Teniendo en cuenta esta sugerencia, nos
ahorraremos un monto considerable cada año simplemente cumpliendo con la fecha
de vencimiento mensual.
Los electrodomésticos villanos en nuestra batalla contra el gasto
de electricidad encontramos dispuntándose el primer lugar al lavarropas y el
lavavajillas. Ambos tienen en común que requieren para su funcionamiento
agua caliente, por lo que pueden llegar a consumir hasta 3000 vatios cada uno.
El termo tanque eléctrico presenta un consumo similar.
Resulta llamativo que el aire acondicionado se encuentre recién en
tercer lugar, ya que se ganó la fama de ser el culpable de nuestra cuantiosa
factura de electricidad. Lo cierto es que si se utiliza en 24 grados
centígrados, consume entre 1500 y 2000 vatios, aumentando sí a más de 3000
vatios si lo utilizamos de manera constante a 18 grados.
Siguiendo con el ranking de electrodomésticos más consumidores,
llama la atención encontrar la freidora, que puede llegar a utilizar ¡hasta
2000 vatios! Le siguen otros dos electrodomésticos que usamos a diario, y que
por su tamaño engañan en cuanto a consumo: la tostadora y la cafetera.
Ambas deben producir calor, por lo que su consumo se estima alrededor de los
800 vatios.
Por último, los menos culpables a la hora de nuestro pago de
electricidad son los aparatos electrónicos. Desde televisores LED y un
equipo de música, hasta un ordenador de escritorio o un router de WIFI, todos
estos dispositivos registran un consumo promedio de 60 vatios.
Un dato interesante es el horario en que más consumimos
electricidad. No resulta extraño entonces que en esta franja horaria sea
cuantos más cortes de electricidad sorpresivos podemos tener. Entre las
13 y las 17 se registra el pico más alto de consumo eléctrico, que coincide con
las horas de temperaturas más elevadas donde funcionan en simultáneo gran
cantidad de aires acondicionados en hogares y oficinas.
Teniendo en cuenta estos datos, resulta fundamental comenzar a
hacer ciertos ajustes en nuestra rutina a fin de ahorrar electricidad y en
consecuencia, dinero cada mes. Lo importante es que estos pequeños
cambios se mantengan en el tiempo, con el objetivo de que se conviertan en un
hábito más que un esfuerzo u obligación.
Comencemos con la iluminación de nuestro hogar u oficina. En
muchos países ya casi no encontramos lamparitas comunes, pero si todavía
tenemos alguna de este tipo en nuestra vivienda, a la hora de reponerlas
debemos cambiar a las lamparitas de bajo consumo, que pueden llegar a ahorrar
hasta un 75% de energía. En relación a este punto, aunque cambiemos a
lámparas de bajo consumo, si no apagamos las luces que no utilizamos, igual nos
encontraremos con sorpresas a la hora de abonar la cuenta. Siempre apagar
las luces de los espacios en los que no hay ninguna persona.
En los meses más fríos del año resulta tentador subir la
calefacción y utilizar vestimenta liviana para estar dentro de nuestra casa.
Lo cierto es que cada grado que subimos del termostato, implica un 7% más de
consumo eléctrico. Se recomienda configurar la temperatura en unos 20
grados centígrados y utilizar ropa más abrigada como un suéter y medias más
gruesas. Asimismo, resulta conveniente chequear la aislación de las
paredes y ventanas, ya que en muchos casos podemos ahorrar significativas sumas
de dinero con sólo aislar correctamente las aberturas.
Como vimos anteriormente, el lavarropas se lleva el primer puesto
en consumo. Por este motivo, evitemos darle marcha si no está completamente
lleno, y si debemos lavar si o si cuando está por la mitad, procuremos utilizar
el modo de medio llenado. No sólo estaremos ahorrando electricidad, sino
muchísimos litros de agua. Se midió que el 90% de la energía que utiliza
este aparato está destinada a calentar el agua. Por lo tanto, utilicemos
agua caliente únicamente para ropa muy sucia, eligiendo una temperatura más
tibia para vestimenta con poca suciedad.
La heladera es otro de los grandes consumidores de energía en
nuestra vivienda. Periódicamente es importante chequear que cierre bien,
que los burletes de la puerta no estén gastados y que no se haya formado
escarcha en el freezer. El hielo acumulado aumenta el consumo de este
electrodoméstico en un 20%.
Si bien vimos que los artefactos electrónicos presentar un consumo
más moderado, podemos hacer una diferencia en nuestro consumo mensual si los
apagamos al no usarlos o si directamente los desenchufamos, en lugar de
dejarlos en stand by.
Es claro que con un mínimo de esfuerzo y mucha voluntad para
cambiar, se puede hacer un ahorro importante en el dinero destinado al pago de
energía eléctrica. Solo se necesita tener en mente estos consejos, y por
qué no, investigar y encontrar muchas maneras más de ahorrar en el día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario